martes, 12 de noviembre de 2019

La decisión incorrecta

Decisiones, esa palabra que va tomando importancia a medida que maduramos. Comienzan siendo tan básicas como la opción de a qué jugar en el recreo. Con los años, van aumentando de importancia hasta acabar marcando tu vida. Te condicionan: qué estudiar, dónde vivir, de qué trabajar, con quien compartir tu vida... Decisiones, todas ellas complicadas. Decisiones, son lo que ganamos o lo que perdemos. Decisiones, son la vida que elegimos o la muerte que seleccionamos. Decisiones, con miedo o con ilusión pero decisiones. Las necesitamos. Las vida nos obliga a tenerlas para sobrevivir como el beber agua o comer. Decisiones, determinantes pero irrevocables, obligatorias pero selectivas. Son decisiones.

Existen muchos tipos. Las más fáciles de identificar son las interiores, las de los sentimientos. Elegir entre lo que te apetece, lo que no te apetece y la otra opción (porque siempre la hay). Son sencillas porque es nuestra propia apetencia quien nos marca el camino.
Están también las exteriores, que dependen del agrado ajeno. La opción más apoyada por la mayoría o la más criticada. Aquella elección que realizas por un persona o por el simple "que dirán". Digamos que son las más democráticas.

En mi opinión, las más complicadas son las de resultado. Para seleccionarlas te basas en la probabilidad de éxito posterior. Me refiero a la decisión correcta e incorrecta. Estas, como todas, tienen sus posibles derivados y están condicionadas por los otros tipos: de la incorrecta la más correcta, de las correctas la que menos me apetece , de las incorrectas la menos criticada, etc. El problema es que son imposibles de determinar, por lo menos para aquellos mortales como yo que aún no somos capaces de predecir el futuro.
Si sigues leyendo esto habrás caído ya en el poder de este último tipo. Son las reinas del cotarro porque, en realidad, son las únicas que nos interesan a largo plazo. ¿Cuántas veces has hecho algo que te apetecía y era la decisión menos correcta? ¿Cuántas veces has hecho lo incorrecto por el miedo al qué dirán?

Psicólogos y analistas a parte, este tipo de decisiones solo se pueden identificar pasado el tiempo. ¿Y por qué te cuento esto? Fácil, solo quería decirte que fuiste la decisión incorrecta criticada que me apetecía más bonita del mundo. Volvería al fracaso, volvería a dejar que hablen, volvería a disfrutar dejándome llevar y, por tanto, la respuesta es sí, volvería a elegirte.




Campbellación

domingo, 3 de noviembre de 2019

jueves, 3 de octubre de 2019

Mentías

Llueve. Gotas de olvido tratan de limpiar todo el caos que dejamos entre nosotros. Escombros de una vida proyectada que ya nunca tendrá futuro. Tú lo rompiste. No dejaste piedra en pie. Fue tan fuerte el portazo que tu salida de mi vida aún resuena en las paredes de mi corazón. Tiembla. Tiene grietas allí donde nunca pensé que nadie sería capaz de doler así. Mucho menos, tú. Y ahora llueve en mí todo lo que pensé viviría contigo. Cada gota es un recuerdo roto, un plan olvidado, un mundo a medio hacer que se cae a pedazos. Supongo que ya lo sabes. Antes de ti también hubo otras tormentas. Sin embargo, de todas aquellas tú fuiste el sol que se abrió camino entre las nubes grises que me asediaban el alma y, ahora que te vas, te escondes detrás de todo aquello de lo que un día prometiste protegerme. Mentías, una vez más. Ahora veo que no eres tormenta, sino huracán. Nunca me había tenido que enfrentar a algo así. Lo que yo creía era tu luz, en realidad eran rayos que pronosticaban este final. Y me engañé a mí mismo, los truenos estaban demasiado lejos como para pensar que eran tuyos, más aún cuando jamás imaginé que tú pudieras llegar a doler así. En el fondo, esto es culpa mía por no querer ver tu realidad.

Alejandro Ordóñez

domingo, 8 de septiembre de 2019

Hoy te vi llorar

Hoy te vi llorar

estabas triste por algún motivo

quise preguntar

supongo que eso hace un amigo



Hoy te vi llorar

me pregunte por tu semblante sombrío

No sé ni que pensar

¿Que provocó ese llanto frío?



Hoy te vi llorar

pero no pude verte a los ojos

No te pude consolar

No pude secar tus parpados llorosos



Hoy te vi llorar

y lloré junto contigo

quisiera cambiar de lugar

para ser yo el del llanto frío.

jueves, 5 de septiembre de 2019

DECHEN

 Animación budista que sirvió de tesis para Kaukab Basheer.
Dechen se inspira en una experiencia personal, en la que el autor quiso adoptar un gato de una colonia y proporcionarle un hogar y un nuevo entorno. 

jueves, 22 de agosto de 2019

miércoles, 14 de agosto de 2019

Una vida Vacía

Quiero ser feliz y mirar el futuro con esperanza e intento engañarme diciendo que ya todo está bien, que todo va mejor o que me complico demasiado la vida por tonterías. Pero en un instante, de un momento a otro, en tan solo un segundo, todo decae. Todo se viene abajo y vuelvo a sentirme vacío, y pienso en que todo ha sido una farsa. Que nunca estaré bien realmente y que es inútil mentirse. Vuelvo a dejar de dormir por sentirme triste, sin palabras, queriendo llorar... pero algo me lo impide. Que triste es ver cómo todo se vuelve gris, sin brillo, sin vida. Porque mi vida es una vida sin proyectos, sin amor, sin dinero, sin motor... Una vida vacía.

jueves, 8 de agosto de 2019

Porque.

Porque - Manuel Carrasco

martes, 6 de agosto de 2019

Lemon

La Fundación Reina Sofía ha presentado un cortometraje de animación sobre la problemática de los plásticos en la naturaleza con motivo del Día de los Océanos que se celebra cada 8 de junio en todo el mundo. Spoiler: Los plásticos en la naturaleza nunca tienen un buen final.

sábado, 27 de julio de 2019

Aleluya

miércoles, 24 de julio de 2019

miércoles, 8 de mayo de 2019

Anhelo

Resultado de imagen de te anheloSiento como pasa la vida sin saborearla... como agua cristalina que corre y no puedo beber. Y tengo sed... tengo ganas de vivir, pero no así. La vida no es fácil cuando ves que estás solo... la rutina va matando el alma. Anhelo llegar a casa y que me preguntes que tal fue el día. Anhelo tener con quien reír y llorar, con quien soñar y hacer planes aunque nunca se cumplan. Esperarte cuando llegues cansada y tenerte la comida hecha o darte mimos cuando estés de bajón. Tomar un té o un café sentados en una terraza mientras nos miramos con complicidad y nos reímos del resto del mundo. Salir, cantar y bailar contigo aunque a mi no me guste... porque solo con verte feliz me reconforta el alma. Anhelo ver una película mientras comemos palomitas en la intimidad del salón... y si nos aburre nos abrazamos, nos besamos, y nos fundimos en un solo cuerpo. Despertar en la noche y ver tu hermosura a mi lado, y despertarte, y hacer el amor. Anhelo que te preocupes cuando no estoy bien y preocuparme de que tú lo estés... cuidarte y protegerte. Pero no estás... No se quien eres, ni con quien vas, ni si algún día vendrás y ni siquiera sé si existes... pero te anhelo.

Manuel Hernández Mata

domingo, 5 de mayo de 2019

Lloro por dentro

Resultado de imagen de derrotadoY lloro... sin derramar ni una lágrima. Miro hacia atrás y hago un repaso de mi vida y solo veo una vida llena de equivocaciones, una tras otra, y me siento vacío. Nadie elige ser como eres, y la vida y las circunstancias te van golpeando y moldeando el alma. Miro a mi alrededor y solo veo oscuridad. No hay ni un pequeño rayo de luz que me guíe hacia la felicidad y cuando aparece un poco de claridad... camino firmemente hacia ella, pero acaba desapareciendo entre las tinieblas. Golpe a golpe voy cayendo y volviéndome a levantar y camino perdido. Siento la soledad entre la multitud y busco donde apoyarme, donde llorar y desahogarme pero no lo encuentro. Y quiero llorar y no puedo... necesito explotar y soltar todo lo que llevo dentro, porque no aguanto más. Las lágrimas se asoman a mis pupilas pero no fluyen. Son como agua estancada que no encuentra salida. Y otro día  más que llega y otro día más que pasa y la vida continúa... y el desierto de sentimientos se va apoderando de mi alma. Y vivo... porque este corazón se empeña en latir día tras día y no encuentro la manera de convencerle para que pare. Hay días que quisiera cerrar los ojos y entrar en profundo sueño, y viajar y no volver a despertar. Quiero morir pero no puedo... porque ya estoy muerto.

Manuel Hernández Mata

miércoles, 24 de abril de 2019

Sorpresa final

Estaba sudando, a puntito de llegar y muchísima gente alrededor. ¿Cuánto me quedaría? Me está diciendo por WhatsApp todo lo que tiene preparado para mí y me estoy poniendo cada vez más cachonda. ¡Mierda! Un vídeo, ¿lo abro? La mujer que tengo al lado parece bastante interesada en la conversación, vamos a darle una alegría. Lo abro y efectivamente, su querida polla asomándose por ese chándal gris está preparada para recibirme. No puedo evitar reírme y mirar a la señora, parece bastante elegante y seria, se siente incómoda, pero le gusta lo que ha visto. Lo siento vecina mirona, esta polla es para mí. Sonrío y observo con más detalle la imagen del vídeo, que ganas de sentirla dentro. ¡Por fin! Ya me toca bajar. La mujer que estaba a mi lado también baja en la misma parada que yo, así que decido despedirme.


-Adiós, señora. – Me despido de ella muy educadamente con una sonrisa en la cara.
-Adiós, pásalo bien. Y con protección.
Siempre.
No puedo evitar reírme y me dirijo a la casa de Dani. Llamo al timbre y no tarda ni un segundo en abrir. Vaya, se ha vuelto a poner el chándal, pero no tiene camiseta. Se me viene a la mente lo que me ha enviado y no puedo evitar mojarme. Él sabe que lo estoy pensando y se pone la mano en la cintura.
-Bueno chica, ¿entras o no?
No me lo pienso dos veces y voy directamente a su habitación. Esa casa ya me la conozco como si fuera la mía, unos cuantos polvos han estado presentes en ella. Me siento en la cama y él se pone con el ordenador, siempre hacemos lo mismo. Hablamos un rato y a la acción. Pero esta vez nos hemos saltado la parte de hablar y directamente apaga el ordenador y me tumba con brusquedad. Bueno, hoy tiene ganas de hacerlo fuerte, se le nota. Y a mí también. Siempre me apetece duro. Empieza con el cuello, es inevitable que me moje cuando se dirigen a esa zona, me pone tanto como usa su lengua y sus labios a la vez que me coge del pelo y me lo estira con fuerza.
Me quita los pantalones y la camiseta no sé en qué momento ha desaparecido, estoy en ropa interior y me pongo encima de él. Sigue llevando el chándal, pero es el ajustado, y el bulto de su polla se nota perfectamente. Restriego nuestras partes íntimas y mojadas, quiero sentir como le va creciendo y preparándose para metérmela. Noto que empiezo a chorrear y a gemir, joder. Empiezo a moverme mucho más rápido, él cogiéndome y apretándome el culo me ayuda con el movimiento.
Voy a su cuello, me encanta su reacción cuando me dirijo ahí. Cada vez que mi lengua caliente pasa por su piel en aquella zona tan íntima y sensible se pone muy bruto. Y, efectivamente, me tumba y se pone encima de mí, me coge de las rodillas y me abre las piernas a más no poder. Por sorpresa mía no me lo come, ¿qué hace? Se levanta y de un cajón saca un vibrador. ¿Pero desde cuándo tiene este chico eso ahí? Mojo, mojo muchísimo de pensar lo que me va a hacer.
Escupe en mi coño, me restriega con las manos toda la saliva que ha dejado y pone directamente el vibrador en el clítoris, lo enciende y empieza a darme placer. Mucho placer. Cojo las sábanas y las aprieto con las manos, doblo mi espalda y empiezo a gemir. Él evita que se me cierren las piernas, quiere que las tenga muy abiertas, y yo también. Empiezo a notar que me queda muy poco para correrme, mis gemidos suenan cada vez más alto y él lo sabe. Qué capullo, me conoce demasiado bien. Así que para, deja el vibrador a un lado y sin prisa se va quitando el chándal, me está desesperando y cuando intento quitárselo yo misma lo evita y va más lento.
La imagen puede contener: una o varias personasEn cuanto se quita el chándal me da la sorpresa de que no llevaba calzoncillos. Madre mía, este chico va a tener que cambiar las sábanas, están empapadas. Me coge de las piernas, las pone en sus hombros, se acerca a mí y me la clava de un solo golpe. ¡Dios! Normal que entre tan rápido, voy chorreando. Empieza a embestirme fuerte, a nuestra manera. El sonido de los fluidos empapan hasta el aire y mis altos gemidos anulan el silencio. Los vecinos deben de estar contentos.
Ahora sí, ahora sí me voy a correr y quiero hacerlo. Mi vagina empieza a contraerse y a hacerse más estrecha, su polla se siente apretada dentro de mí y eso le enciende todavía más. De golpe se sale y me coloca al borde de la cama con las piernas, obviamente, bien abiertas. Coge el vibrador que había dejado en la mesita y se queda de pie, lo enciende y me lo pone encima del clítoris mientras empieza a penetrarme. Sentir su polla dentro taladrándome y un vibrador dándome placer es una sensación increíble. Por fin, llego al orgasmo, y seguido del mío, el suyo. Mi clítoris palpita y su polla eyacula en mis pechos. Puede ser, que el mejor polvo de mi vida.
Nos vestimos, le ayudo a hacer la cama y le cojo las sábanas para llevarlas a limpiar. Salimos de su cuarto y vaya, ¡sorpresa! Su madre había llegado, una mujer muy elegante y seria. No me lo podía creer, me moría de vergüenza.
-Quería dejaros más tiempo, pero se me hacía tarde. Con protección, ¿no?

Visto en SexoMandamiento

jueves, 18 de abril de 2019

El placer estaba presente

Relato erótico: El placer estaba presenteNoto tu presencia, un escalofrío que recorre todo mi cuerpo y una leve respiración en mi cuello que me hace volverme en tu búsqueda, pero no te encuentro, no veo nada.
Es muy tarde, estoy sola en mi cuarto, a oscuras y no puedo dejar de pensar en ti.
De pronto…siento un calor peregrinando mi espalda, unas manos que acarician mi cuello...se deslizan sigilosas,  hasta dar con mis pechos,  desnudos, turgentes, mi camisa se perdió entre los cojines de mi cama...y es entonces cuando siento que se humedecen mis pezones, como si alguien los lamiera, y siento una ligera presión en ellos que provoca el mayor de mis placeres…una mezcla de dolor y gozo...que sensación tan extraña.
Me giro asustada-¿Qué pasa? ¿Me habré quedado dormida?
Y otra vez siento esa calidez rondando mi espalda, mi silla se está moviendo...me lleva hasta el ventanal de mi cuarto, una fuerza suave abre mis piernas, estoy completamente desnuda, no entiendo nada...pero esta vez no quiero que se termine, si es un sueño aun no quiero despertar.
Siento algo deslizándose entre mis piernas, cada vez va subiendo más, me gusta…me excita, te imagino a ti, sí, a ti ...lamiendo cada centímetro de mi piel, separando mis labios vaginales , saboreando hasta el último rincón...y luego la presión..es tu pene adentrándose una y otra vez…primero rozando con ligereza la puntita  y cuando menos lo espero estrellas contra mí, toda la firmeza de tu verga sedienta,  agarrando con destreza mis nalgas…¡¡como sabes lo que deseo!!
Algo estalla dentro de mí y una extraña secreción resbala por mis piernas...me siento pasmada ante tal gozo… ¿Qué me ha llevado a este delicioso orgasmo?
Mi cabeza se vuelve  buscando, ya no sé el qué…una calma transita por toda la habitación, me incorporo sin prisa, con calma, y allí está mi cuerpo desvestido, empapado y aun agitado.
¿Pero y tú? ¿Tú dónde estás? 

sábado, 13 de abril de 2019

Oscuro objeto del deseo


Relato erótico: Oscuro objeto del deseo
No tenía ni idea de quien era físicamente, había hablado con él en contadas ocasiones pero por cuestiones de fallos en mi ordenador, no sabía ni como era, aunque la voz la recordaba bastante interesante...obviamente me acerqué a una de mis compañeras y le pregunté si conocían al tal Javier, entre ellas hubo una serie de miradas cargadas de cierta complicidad y unas risitas pícaras que empezaban a ponerme nerviosa…después de que la situación se alargase unos minutos una de ellas me indico quien era con el dedo, me giré pensando en que el motivo de su mofa era porque me había tocado el típico cerebrito, introvertido y raro de la oficina, a ver quién daba con el detalle adecuado…pero mis ojos no encontraron eso a su paso, Javier, mi amigo invisible, (El David, de Miguel Ángel) en carne y hueso y trabajando en la misma empresa…qué ángel había esculpido a ese hombre y porque no me lo había conocido antes, tenía la mirada dulce y penetrante, el cabello oscuro y algo alborotado, la perfección creada en su boca, labios carnosos, gruesos, vestía bastante informal pero aquella camisa blanca dejaba entrever que su cuerpo tenía cientos de senderos por donde perderse el resto de la vida...creo que aquella imagen aumento mi temperatura corporal y el color de mis mejillas a tal grado que las risas de mis compañeras se hicieron más notables.


Terminé enredándome y de qué modo…
Cuando se propuso en mi trabajo hacer para Navidad lo del amigo invisible me pareció una idea estúpida, a ver no es que no me guste regalar pero si lo hago que sea a una persona que conozca y que sepa que lo que pueda comprarle o hacerle le vaya a gustar.
En fin somos casi 60 personas, es imposible conocer a la perfección a todo el mundo y más cuando estáis en departamentos diferentes, pero ahí estaba yo en aquella reunión improvisada esperando turno para sacar de aquel bote el nombre de la persona a la cual tendría que regalar, metí la mano y en el papel ponía: ‘ Javier, departamento informático’
Evidentemente y sin que nadie se diera cuenta, o eso pensaba yo, me dediqué a observar a escondidas a Javier, quería conocerlo un poco más para dar con el regalo adecuado, vi que algunos días solía llegar a la oficina con una bufanda negra que estaba ya algo estropeada  así que me dispuse a hacerle una nueva, no es que fuera una maquina con las manualidades pero imaginé que con algún tutorial de internet no sería muy complicado conseguirlo…fácil no resultó pero creo que el resultado no fue el esperado, lo peor es que el tiempo se me había echado encima y no tenía tiempo a empezar de cero, así que debía confiar en que funcionara lo de invisible y que nadie se enterase que aquella bufanda kilométrica había sido cosa mía.
Se preparó un pequeño catering en la sala de reuniones, ahí es donde durante toda la semana se habían ido dejando los regalos, cada uno cogió el suyo, intente disimular cuando Javier se dispuso a abrirlo, la expresión de su rostro y la media sonrisa me hizo respirar de nuevo, no parecía disgustarle su regalo…me despisté unos segundos hablando con algunos compañeros y buscando mi nombre entre aquel montón de envoltorios, por fin di con él, lo abrí y dentro había un precioso pañuelo que ya había fichado hace algunos días en el escaparate de aquella pequeña tienda de la esquina, bajo el pañuelo…una nota escrita a mano ‘Te espero en la sala de reuniones de la tercera planta’
Me encontraba desconcertada, nerviosa, realmente me estaba pasando a mí, se trataría de una broma o quizá algún admirador secreto y no me había percatado hasta ahora…no tenía muy claro que hacer pero ya estaba dentro del ascensor rumbo a la tercera planta, la curiosidad era mayor al miedo,  tal vez si alguien se enterase me tacharía de loca pero necesitaba saber quién se encontraba al otro lado de aquella nota…
Llame a la puerta al mismo tiempo que la iba abriendo lentamente pero en el interior de la sala no encontré a nadie, recorrí cada una de las habitaciones que se encontraban en el interior de aquel despacho y cuando ya me disponía a salir de la última mis ojos no dieron crédito a lo que se encontraba delante de ellos…sentado sobre la mesa de reuniones, se encontraba Javier, mi amigo invisible, su cuerpo, su hermoso cuerpo desnudo cubierto por una única prenda, mi bufanda, la cual en esos momentos no agradecí haberla hecho tan larga...mi mandíbula desencajada, mis ojos se perdieron en algún punto de aquella bufanda…y de sus labios un ¿ Te gustó el pañuelo? …No era posible, había sido el quien me había comprado el pañuelo, pero cómo podía haberlo descubierto…y cómo había sabido que era yo quien le hizo el regalo, y cómo podía estar ahí para mi…demasiadas preguntas para un momento como el que estaba viviendo…
Se levantó y se acercó despacio, el sigilo de sus movimientos no dieron tiempo al aire a mover aquella prenda y regalarme una visión completa de aquel David…se situó tras de mí y me susurro al odio... ¿Quién espiaba a quién? Y añadió: Desde el primer día que entraste con aquel vestido rojo y esa hermosa sonrisa a trabajar a esta empresa me conquistaste, me robaste el sueño y el corazón, y desee mil veces que tu ordenador se estropeará para poder escuchar tu voz de niña al otro lado del teléfono, es posible que algunos de esos problemillas de tu ordenador fueran provocados, cada día que pasaba sin oír tu voz, la necesitaba  aún más, te convertiste en el hermoso objeto de mi deseo…y por fin el destino me echó un cable y te acerco hasta mí...o tal vez yo hiciera un trato con él…el caso es que te tengo aquí, y que me encanta mi regalo…¿ Qué tal me queda?
Resultado de imagen de amigo invisible eroticoAhí estaba delante de mí con la bufanda, si yo era su hermoso objeto de deseo  aquel cuerpo envuelto en ese infinito trozo de lana se había convertido en mi oscuro objeto de deseo…no fueron mis palabras las que reaccionaron previamente, por una vez me tome en serio mi papel de niña pero esta vez del lado alocado de ella, lo fui llevando lentamente hasta la mesa y recorrí con mis labios cada uno de los huecos que no estaban cubiertos por la bufanda,  noté su excitación al elevarse uno de los lados cubiertos por la lana…seguí desabrochando mi camisa, la dejé caer lentamente, del mismo modo que hice con mi falda, con mis sujetador y por último con mis bragas..y le pregunté ¿Tal vez haya un trozo para mí de esa bufanda? Después de unos segundos y de habernos recorrido con la mirada el uno al otro, apartó la bufanda, la lanzó por detrás de mí y me llevó hacia él, nos entrelazó a ambos… ahora era mi cuerpo quien notaba su excitación, mi cuello el que se perdió entre aquellos largos, húmedos e interminables besos, mis piernas las que bailaban al compás que marcaban sus manos , ardía en deseos de ser penetrada, amada, follada…apoyada contra la mesa, dejando tras  cada penetración una mano marcada…fue maravilloso ver que no quedo rincón que no fuera sellado por alguna de ellas, me movía cual marioneta ligera, y entre mesas, paredes, suelos, y sillas nuestros cuerpos se fueron rindiendo y dieron paso al acto final, yo sentada sobre él, su pene dentro de mí y su mano acariciando suavemente mi clítoris, ese hombre sabía cómo hacerme gozar, como acariciarlo, con que precisión humedecía su dedos para no lastimarme, como incrementaba sus movimientos conforme yo aumentaba el ritmo en cada penetración, el verbo correr nunca estuvo más presente en mi primera persona…fue maravilloso sentir como mi cuerpo se iba aflojando al tiempo que mis más íntimos fluidos se deslizaban por sus manos…Yo me limité a explorar desde otras perspectivas  y a probar otros bocados ciertamente apetitosos, ya que mi cuerpo quedo agotado decidí que fueran mis manos y mi boca las que dieran con su placer, su pene era perfecto, no me cansaba de masturbarlo, era firme, grueso y estaba perfectamente húmedo para que mis manos pudieran deslizarse rápidas, ligeras, y cuando lo tenía a punto de correrse decidí que fuera mi boca la que lo hiciera caer, rendirse al placer, rendirse al orgasmo...la que lo hiciera estremecer, apretar sus manos contra mi cabeza buscando un poco más, hasta sentir sus dedos clavados en mi espalda, escuchar su gemido en mi oído y sentir sus labios en busca de aquel beso que firma, sella y da fe a todo lo ocurrido…

Y aquella bufanda se encargó de recordarnos todo lo que había sucedido en la oscura sala de reuniones…no quedó trozo que no quedase impregnado por nosotros…

miércoles, 13 de marzo de 2019

“Ella te quiere como amigo ...”

Hasta ahora pensaba que la peor frase que te puede decir una tía es: "Tenemos que hablar...". Pero no, la peor frase que te pueden decir es: "yo también te quiero... pero sólo como amigo".
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Eso significa que, para ella, eres el más simpático del mundo, el que mejor la escucha, el más enrollado... pero que no va a salir contigo. Va a salir con un impresentable que sólo quiere acostarse con ella. Eso sí, cuando el otro le haga una putada, te llamará para pedirte consejo. Es como si vas a buscar trabajo, y te dicen: “Es usted la persona idónea para el puesto, el más preparado... pero vamos a contratara a un incompetente. Eso sí, cuando la cague, ¿le podríamos llamar a usted para que nos saque del lío?“.Me pregunto, ¿qué he hecho mal? Hemos ido al cine, nos hemos reído, hemos pasado horas tomando café... ¿A partir de qué café nos hicimos amigos? ¿Del quinto? ¿Del sexto? ¡Joder, eso se avisa!.Para ellas un amigo se rige por las mismas normas que un Tampax: puedes ir a la piscina con él, montar a caballo, bailar... Lo único que no puedes hacer con él es tener relaciones sexuales.Es que si lo piensas... si para una tía considerarte "su amigo" consiste en arruinar tu vida sexual, ¿qué hará con sus enemigos? A mí me parece bien que seamos amigos, pero no entiendo que no podamos "follar como amigos".Creo que la amistad entre hombre y mujer no existe, porque si existiera, se sabría. Lo que ocurre es que cuando te dice que te quiere sólo como amigo, para ella significa eso, y punto. Pero para ti, significa, que si una noche estáis en la playa, ella se emborracha, hay luna llena, se han alineado los planetas, y un meteorito amenaza la tierra... ¡a lo mejor consigues enrollarte con ella!Y tragas, porque nunca pierdes la esperanza. ¿Qué se lía con Oscar? Pues ya romperá... cuando lo hace, atacas con técnica de consolador: "No llores, el Oscar ése es un chulo. Te mereces algo mejor... un tío que te comprenda, que sepa estar ahí cuando lo necesitas... bajito y castaño, no muy guapo, que se llame Javier... como yo".Al menos, siendo amigo puedes meter cizaña para eliminar a la competencia. Es la técnica del "gusano miserable". Si te dice:- ¡Ay, que majo es Paco!.- ¿Paco? Es muy majo, sí... pero un poco bizco.- No es bizco. Es que tiene una mirada muy tierna.- Sí, en eso tienes razón. Me fijé el otro día, cuando miraba a Marta.- ¡No la miraba a ella, sino a mí!.- ¿Ves como es bizco?.El colmo es que las tías consideran que tienen una relación "superespecial" con un tío cuando pueden dormir con él en la misma cama, y que no pase nada. ¡Pero bueno! ¿Lo "superespecial" no sería que sí pasara algo?.Tras una fiesta, te quedas, como siempre, con ella a recoger, y cuando acabáis, te dice:
- ¡Huy, es muy tarde! ¿Por qué no te quedas a dormir?.- ¿Y dónde duermo?.- ¡Pues en mi cama!.Te tiemblan las piernas: "¡Ésta es mi noche... se han alineado los planetas!“.Luego te das cuenta de que ni planetas, ni leches... porque, como sois amigos, se queda en camiseta y bragas, y visto lo visto, piensas: “¿Me tendré que quedar en calzoncillos?”. Te metes en la cama de un brinco. Te pega el culo, y te dice: “¡Hasta mañana!". ¡Y se duerme! “¡Pero bueno!, ¿cómo se ha podido dormir tan pronto? ¿Pero esta tía no reza, ni nada?".
¡Estas acostado con la tía que te gusta! Al principio no te atreves a moverte. Sabes que si en ese momento hicieran un concurso, nadie podría ganarte: ¡eres el tío mas caliente del mundo! ¡Y qué larga se te hace la noche! Te vienen a la cabeza un montón de preguntas: "¿Tocar una teta con el hombro será de mal amigo?". Pero después de muchas horas, ya sólo te haces una pregunta: "¿Seré realmente gilipollas?".No puedes creer que estéis en la misma cama sin pasar nada. Confías en que en cualquier momento, se dé la vuelta, y te diga: “¡Venga tonto, ya has sufrido bastante! ¡Hazme tuya!". Pero no. A las tías nunca les parece que hayas sufrido tanto.Pero ahí no termina tu humillación. A las siete de la mañana suena el timbre de la puerta:- ¡Ay, es Oscar! -te dice.- ¿Oscar? ¿Pero no lo habías dejado?.- Ya te contaré, que ahora tengo prisa. Se me olvidó decirte que iba a traer su perro, porque, como nos vamos este fin de semana a esquiar a Vaqueira, le dije a Oscar que el perro, mejor que contigo no iba a estar con nadie. ¡Qué tú eres un verdadero amigo! Pero... ¿qué es lo que te pasa? ¡Te veo con mala cara! ¿Es que no has dormido bien esta noche?.Y ahí te quedas, como un gilipollas, con el perro... que ése sí que es el mejor amigo del hombre.



Pablo Motos

sábado, 2 de febrero de 2019

Carta para ti de tu futuro Príncipe Azul

Hola pequeña, no te conozco aún porque el momento perfecto para hacerlo no ha llegado, pero decidí escribirte esta carta porque sé que el día que nos veamos por primera vez sea probablemente el mejor día que tendremos en mucho tiempo.
Dejame prevenirte un poco sobre como serán las cosas; de este modo no habrá tantas sorpresas. Nos conoceremos de una manera poco común, bajo circunstancias ideales. Parecerá que el universo conspiró para que tú y yo tuviéramos ese pequeño encuentro y pudiéramos empezar a escribir nuestra historia. Seré el hombre perfecto para ti: romantico, atento, caballeroso, lindo, increíblemente atractivo, gracioso, inteligente, interesante e incluso misterioso. Seré para ti un verdadero príncipe azul. Quizá parezca que las cosas entre nosotros no pueden ser, quizá habrá un poco de drama o tal vez viviremos en ciudades diferentes, pero como tu príncipe azul siempre buscaré la forma de que estemos cerca y de que todo funcione bien.
Empezaremos a tener muchos momentos juntos, nos pondremos apodos cursis y nos hablaremos de forma “mimada” como si tuviéramos retraso mental, pero eso no importará porque estaremos tan enamorados que todo será perfecto. Nos daremos regalos y detalles cada mes para festejar que hemos cumplido 30 días más juntos. Nuestros amigos nos empezarán a reclamar porque dejamos de salir con ellos por estar solo tu y yo juntos.
Sentirás que nunca en tu vida has estado tan enamorada como ahora y una pequeña parte de ti se sentirá vulnerable pero al mismo tiempo aliviada cada vez que te tenga entre mis brazos. Te sentirás tan protegida que sentirás que nada en este mundo puede dañarte mientras estés conmigo.
Empezaremos a llenar cajas y cajones con recuerdos de cartas, regalos, detalles, boletos del cine, tickets de conciertos, entradas al teatro, envolturas de dulces, peluches y todas las cosas que compartiremos. Pensarás que necesitas una habitación más grande para guardar todo pero la verdad es que no, porque en algún momento los detalles serán cada vez menos. Habrá menos regalos, menos chocolates, menos dulces, menos flores con el paso del tiempo. No porque te este dejando de querer sino porque nuestra relación esta pasando a otro nivel.
Iremos a un sin número de reuniones familiares y tendremos conversaciones con nuestras respectivas familias un sin número de veces solo para quedar bien. Seguramente tu madre me amará y te dirá que soy un buen partido, mientras que tu padre simplemente estará satisfecho con verte sonreir todos los días. Nuestros pleitos serán por cosas tan insignificantes como el hecho de decidir “quién quiere más a quien”. En verdad todo será perfecto, será como vivir en un cuento de hadas con tu príncipe azul.
En algún momento, en el que ni tu ni yo nos daremos cuenta, las cosas empezarán a cambiar un poco. Inconscientemente seré un poco menos atento, menos caballeroso, menos detallista; pero eso no importará porque tú me seguirás viendo como tu principe azul y tu para mi seguirás siendo la mujer más increíble en el mundo.
Después empezaremos a salir nuevamente con nuestros amigos y a tener actividades individualmente. En algún momento habrá pleitos más fuertes, incluso habrá momentos en los que deseemos un momento para estar solos. Es posible que empiecen a salir cosas de nuestro pasado y que nos empiece a causar algunos problemas, pero no importa porque los resolveremos.
Te darás cuenta que cada vez tengo más errores y defectos en mi personalidad y en mi físico. Pensarás que son defectos nuevos, como si me estuviera convirtiendo en alguna especie de monstruo con el tiempo; la realidad es que esos defectos estarán ahí desde un principio pero serás inmune a ellos por un tiempo, después empezarás a verlos y a tomarlos en cuenta cada vez más.
Estaremos expuestos a una infinidad de variables cada día de nuestra relación: la escuela o trabajo, la familia, el estrés, el tráfico, pendientes por hacer, nuestra memoria para recordar cosas importantes, nuestro carácter para manejar situaciones o problemas, tu periodo menstrual, mi paciencia y un largo etcétera. Muchas veces la incorrecta combinación de esas variables provocará peleas fuertes entre nosotros. Cuando discutamos querré ir a desahogarme con mis amigos, despejar mi mente y olvidarme de todo. Eso quizá no te guste o quizá te dé lo mismo, de cualquier forma tú también tendrás tu forma de manejar esas situaciones.
Empezaré a ocultarte cosas por el simple hecho de evitar pelear.Después tu te enteraras de esas cosas y me reclamarás por no haberte dicho antes. Te diré que no lo hice porque no lo considere importante y quería evitar una pelea. Lamentablemente esto pasará muchas veces, porque con cada pleito o discusión yo reforzaré la idea de que para evitar peleas es mejor ocultar los problemas. Y seguramente me costará mucho trabajo entender que tal vez es mejor decirte las cosas y afrontar pequeños pleitos que ir perdiendo tu confianza con el tiempo cada vez que te oculte algo.
Sin embargo, tu tampoco serás el ejemplo a seguir porque harás lo mismo en algún momento.
Llorarás por mi culpa y empezarás a atormentar a tus amigas con historias sobre nosotros y sobre la última pelea que tuvimos. Te preguntarás dónde está ese hombre del que te enamoraste, que te hacia reir todos los días y que ahora raramente lo logra. Habrá muchos hombres que te quieran cortejar, pero tú no le harás caso a ninguno porque estarás enamorada de tu “príncipe azul”. Pero lamentablemente empezarás a reclamarme en tu mente sobre porque otros hombres se mueren por estar contigo, te dicen cosas lindas y se portan como unos caballeros; y porque yo he dejado de tener todas esas atenciones contigo. En algún momento tu reclamo me lo dirás en voz alta; cuando lo hagas seré el mismo que conociste por los próximos 3 días, después regresaré a la normalidad. Será como si me hubieras dado la poción del “príncipe azul” nuevamente pero con una duración de solo unos días.
Será complicado para los dos manejar las cosas, no significará que ya no nos amemos, solo significará que la relación necesita más trabajo, más compromiso y más sacrificio. Desafortunadamente no puedo decirte en este momento si encontraremos la forma de obtener todo eso, lo único que sé es que yo estaré tan perdido como tú.
Las cosas entre nosotros serán como una montaña rusa, a veces estaremos arriba y a veces abajo, las cosas estarán increiblemente muy bien y después muy mal. Llegará un momento en el que te preguntes si aún existe amor entre nosotros o si solo es la costumbre de estar tanto tiempo con una misma persona. Con un poco de suerte, nuestra madurez y aprendizaje sobre la relación nos ayudará a darnos cuenta que la solución no está en encontrar a la persona perfecta, al príncipe azul o a la princesa de cuentos de hadas; sino en aceptar los defectos y virtudes de la persona que nos interesa, decidir si estamos dispuestos a vivir con esos defectos sin querer cambiar a la otra persona y en caso de ser así, amar a esa persona con cada uno de esos defectos. En otras palabras, si quieres que nuestra relación termine en un “vivieron felices para siempre” tendrás que aceptar que no soy un “principe azul” y que de hecho nunca lo fui.
Entonces, y solo entonces dejarás de compararme con otras personas, incluyendo a esa que conociste el primer día que nos vimos (Yo). Y podremos hacer que las cosas funcionen entre nosotros.
Pero también debo advertirte que es posible que las cosas no funcionen, que nos falte madurez y experiencia o que simplemente nos demos por vencido. Si ese es el caso te aseguro que siempre te recordaré y que me reconforta el hecho de que todo lo que aprenderemos de nuestra relación nos ayudará a hacer feliz a otra persona. Es posible que simplemente te equivoques al momento de elegir a tu “príncipe azul que no es príncipe azul”.
De cualquier modo amor mio… el día que te conozca, no me veas como tu príncipe azul; porque será muy doloroso ver como me convierto en una decepción de tus altas expectativas.
Cuidate mucho y nos vemos pronto.
Con amor,
Tu Principe Azul