jueves, 18 de abril de 2019

El placer estaba presente

Relato erótico: El placer estaba presenteNoto tu presencia, un escalofrío que recorre todo mi cuerpo y una leve respiración en mi cuello que me hace volverme en tu búsqueda, pero no te encuentro, no veo nada.
Es muy tarde, estoy sola en mi cuarto, a oscuras y no puedo dejar de pensar en ti.
De pronto…siento un calor peregrinando mi espalda, unas manos que acarician mi cuello...se deslizan sigilosas,  hasta dar con mis pechos,  desnudos, turgentes, mi camisa se perdió entre los cojines de mi cama...y es entonces cuando siento que se humedecen mis pezones, como si alguien los lamiera, y siento una ligera presión en ellos que provoca el mayor de mis placeres…una mezcla de dolor y gozo...que sensación tan extraña.
Me giro asustada-¿Qué pasa? ¿Me habré quedado dormida?
Y otra vez siento esa calidez rondando mi espalda, mi silla se está moviendo...me lleva hasta el ventanal de mi cuarto, una fuerza suave abre mis piernas, estoy completamente desnuda, no entiendo nada...pero esta vez no quiero que se termine, si es un sueño aun no quiero despertar.
Siento algo deslizándose entre mis piernas, cada vez va subiendo más, me gusta…me excita, te imagino a ti, sí, a ti ...lamiendo cada centímetro de mi piel, separando mis labios vaginales , saboreando hasta el último rincón...y luego la presión..es tu pene adentrándose una y otra vez…primero rozando con ligereza la puntita  y cuando menos lo espero estrellas contra mí, toda la firmeza de tu verga sedienta,  agarrando con destreza mis nalgas…¡¡como sabes lo que deseo!!
Algo estalla dentro de mí y una extraña secreción resbala por mis piernas...me siento pasmada ante tal gozo… ¿Qué me ha llevado a este delicioso orgasmo?
Mi cabeza se vuelve  buscando, ya no sé el qué…una calma transita por toda la habitación, me incorporo sin prisa, con calma, y allí está mi cuerpo desvestido, empapado y aun agitado.
¿Pero y tú? ¿Tú dónde estás?