Siento como pasa la vida sin saborearla... como agua cristalina que corre y no puedo beber. Y tengo sed... tengo ganas de vivir, pero no así. La vida no es fácil cuando ves que estás solo... la rutina va matando el alma. Anhelo llegar a casa y que me preguntes que tal fue el día. Anhelo tener con quien reír y llorar, con quien soñar y hacer planes aunque nunca se cumplan. Esperarte cuando llegues cansada y tenerte la comida hecha o darte mimos cuando estés de bajón. Tomar un té o un café sentados en una terraza mientras nos miramos con complicidad y nos reímos del resto del mundo. Salir, cantar y bailar contigo aunque a mi no me guste... porque solo con verte feliz me reconforta el alma. Anhelo ver una película mientras comemos palomitas en la intimidad del salón... y si nos aburre nos abrazamos, nos besamos, y nos fundimos en un solo cuerpo. Despertar en la noche y ver tu hermosura a mi lado, y despertarte, y hacer el amor. Anhelo que te preocupes cuando no estoy bien y preocuparme de que tú lo estés... cuidarte y protegerte. Pero no estás... No se quien eres, ni con quien vas, ni si algún día vendrás y ni siquiera sé si existes... pero te anhelo.
Manuel Hernández Mata