viernes, 20 de septiembre de 2013

Loco

Estoy loco. Muy loco. Pero no loco como esos que se ponen un cucurucho en la cabeza y dicen que son Napoleón o Jesucristo. No, loco de verdad. Aunque me avergüenza reconocer que alguna vez he dicho que era Cleopatra para que me tomen en serio. A los locos no nos toman en serio. Nada en serio. Estoy yendo a terapia, aunque mi mujer no quiere. Dice que no nos lo podemos permitir, que es muy caro. Pero yo sé cuál es su verdadera razón. Está liada con mi terapeuta, y se siente mal si voy a verle. Mi terapeuta es majete. Muy majete. Es caro , pero yo insisto en ir a él y le pago el doble por cada sesión. Cuando me encierren, él se tendrá que hacer cargo de mi mujer y mis hijos, y le vendrá bien el dinero. Es tan buena persona que intuye mis motivos y no se niega a cobrarme el doble. Realmente no me lo puedo permitir. Somos pobres. Muy pobres. Pero pedí un préstamo. Había oído que hay que estar loco para pedir un préstamo, así que me fue fácil. Mi terapeuta es bueno. Muy bueno. Su método es la autosugestión. Dice que con la sugestión de nuestro subconsciente podemos conseguirlo todo. Yo ya lo estoy dominando. Me autosugestioné para que Scarlett Johansson quisiera acostarse conmigo. Funcionó. Los primeros días dudé de que hubiera tenido éxito y se lo dije a mi terapeuta. Él me explicó que Scarlett se moría de deseo por mi pero que no conocía mi dirección. Se ofreció a contactar con ella y dársela, a cambio del precio de dos sesiones. Accedí. Ella debe estar a punto de llegar en cualquier momento. Pero ya sabemos que el tráfico está mal. Muy mal. Me cae muy bien mi terapeuta. Me alegro de que se acueste con mi mujer. Mi mujer no es la mujer más hermosa del mundo, ni está entre las cien más atractivas. Realmente es fea. Muy fea. Y asquerosa. Muy asquerosa. Al principio no comprendí a mi terapeuta. Ahora sí. Estoy seguro de que utiliza la autosugestión para convencerse de que es una top model. A veces tengo momentos de lucidez y me dan ganas de vengarme de ellos. Pienso en autosugestionarme y convertirme en homosexual y acostarme con él. Afortunadamente pocas veces estoy lúcido. De mi locura no avanzo mucho. Mi terapeuta dice que es porque realmente no quiero curarme y que necesita que aumentemos las sesiones. No sé si tiene razón. Por si acaso he pedido otro préstamo. Ahora tengo que dejar de escribir. Llaman a la puerta. He estado autosugestionándome toda la tarde y debe ser Scarlett. Es atractiva. Muy atractiva.

Jorge Moreno