Es bonito vivir de recuerdos cuando los recuerdos te hacen sonreír, pero si te hacen llorar, no vale la pena mirar hacia atrás. La niebla no me deja ver nada más que unos metros por delante y voy caminando torpemente tropezando con las piedras. No se cuando empezaré a ver el camino despejado, pero mientras eso ocurre voy a disfrutar de lo poco que veo a mi alrededor y no quiero volver a mirar hacia atrás y pensar que no pisé ningún charco por miedo a mojarme. Sueño con un camino que me lleve hacia la felicidad, y por eso voy pisando charcos y tropezando con las piedras porque no quiero volver a arrepentirme de lo que no hice. Si en todo este trayecto hay alguien al que moleste o al que pueda hacer daño espero que me sepa comprender y aprecie que no es mi intención y que solo voy buscando el camino de la felicidad. Si queréis acompañarme en este largo trayecto seréis bienvenidos, pero si solo queréis pasear un poco a mi lado, disfrutaré de vuestra compañía mientras pueda. Espero que pronto vea aparecer entre la niebla un pequeño rayo de sol como preámbulo de un camino soleado y lleno de belleza, y que cuando eso ocurra, camine junto a mi alguien muy especial que quiera compartir todo eso conmigo. Mientras tanto... siento, canto, río y lloro al mirar atrás, pero sin dejar de caminar...

Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar